jueves, 5 de septiembre de 2013

Mujeres SI...,profesionales también.

Cómo se comienza a escribir unas líneas reivindicando el papel de la mujer en el plano académico ...si yo misma me encuentro sentada en una habitación de hotel esperando a que una mujer venga a hacer la limpieza diaria.
 Es algo que tanto luchamos por desterrar, por demostrar a quien...a alguien a quien nos lea a quien nos vea... que el papel de la mujer cambió, que ya no somos como la abuela que se quedaba en casa desde antes de que el hombre se levante para tenerle todo preparado y prolijo antes de salir de su casa, hasta la noche que lo esperaban con la lista de *tareas diarias* perfectamente tildada √

Más allá de ésta batalla contra nosotras mismas de demostrar y demostrarnos que podemos, que llegamos a ser quizá superiores al hombre, está el marco de nuestra realidad, nuestro día a día que nos hace pensar que existen realmente ciertas diferencias lógicas y reales que nos separan en hombres y mujeres, que van a existir siempre y que debería parecernos lógico y hasta aceptable que así sea.... ¿Por qué? Porque es tan así que el hombre no va a poder nunca ponerse en la piel de la mujer por mas tareas de hogar que haga, ni tampoco nosotras vamos a lograr rascarnos sin disimulo cuando nos plazca las partes del cuerpo más recónditas y en presencia de cualquiera...simplemente porque no...no somos hombres, somos damas, somos sofisticadas, somos complicadas, caprichosas, malcriadas, pretensiosas, exigentes y miles de cosas más.
Esta eterna división de hombre/mujer, femenino/masculino quiere hoy replantearme un problema que viene dándome que pensar desde que escogí mi carrera y vi el desempeño de mis profesoras mujeres tanto como el de los profesores hombres, los profesionales hombres y las profesionales del derecho mujeres... porque queramos o no el derecho es una rama que milenariamente fue regida por protagonistas masculinos y hasta hoy en día se gestan en las más altas cúpulas legales los más machistas y sobrevalorados hombres que hasta  a veces tienen en su profesión ese defecto de resolver cuestiones que se le presentan o de manejarse con esa misma  actitud machista y varonil con la que vuelven a sus casas "enojados" si no hay nada para comer... o sea básicamente si la mujer no cocinó.


Así y todo, tal como se me presentan las cosas hoy, estoy comenzando una especialización en Derecho Deportivo más específicamente del Derecho y fútbol. Si ya era difícil desempeñarse en un marco legal como profesional no quiero imaginar cómo será presentarme en esta disciplina a litigar cuestiones que se encuentran enmarcada en la creencia popular de "cosas de hombres" ... cosas de las cuales las mujeres no tienen que hablar, no saben y si saben que no se metan...
"No queda bien", "nos hacen quedar mal" o un simplemente "que no se meta y punto", ahí se termina el debate.


Pero que pasa cuando SI sabemos y tenemos mucho más que hablar y que aportar que aquellos que también conocen el tema, que tienen cosas que decir pero que son hombres.
Con esto quiero decir que la mujer por su género y por sus características que la definen, tiene más que dar y que aportar a un ámbito que se pretende "varonil" por muchas y fundadas bases... que sea difícil no lo niego, que no sea escuchada en un primer momento tampoco lo desmiento pero firmemente creo que así como cuando nos proponemos adelgazar esos 2 Kg. porque el vestido que ya compramos no nos entra y nos costó tanto que no nos da la cara ni para contarlo...lo hacemos. Con esa misma convicción y perseverancia una se hace carrera en este recorrido que más tarde o más temprano va a conocer la lógica de la mujer y va alcanzar sus soluciones regidas por la disciplina, por la puntillosidad, por la más honesta respuesta a las necesidades que cada vez más se presentan en el campo del Derecho Deportivo.


Por éstas y por tantas otras razones me vuelco a este proyecto con la ayuda de mis colaboradores y con la creencia de que una mujer profesional puede ser tan o más provechosa a la sociedad comparándose con un hombre en iguales condiciones y formación.


Atención, no estoy diciendo que "ganamos" la batalla ni que somos mejores... sino que somos simple y espectacularmente diferentes.



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